Ya no he aguantado más, no podía pasar otro fin de semana sin salir, aunque todavía tengo el dedo algo magullado después de que hace ya 2 semanas que no tocaba roca natural, y a pesar de que tras lesionarme en el curro, acabar con el dedo anular y parte de la mano como una morcilla y la consiguiente recomendación médica de no hacer esfuerzos con la mano e intentar guardar reposo durante al menos qunce días, no pude resistir la tentación de largarme a hacer algo de tapia aunque fuera muy ligera...

Por los buenos resultados obtenidos y después de que mi mano aguantara bien el calentamiento, probamos suerte con la via vecina, llamada tampones lejanos (6a+foto inferior) , una placa que resultó algo más dura de lo esperado, ya que mi magullado dedo empezó a resentirse en los últimos pasos.

Depués de esto, y una vía más conocida como el último yeclano (5), empezamos a notar algo de frío, cosa que nos indicaba que ya quedaba poco para que la siempre agradable y cálida compañia del sol en esta época desapareciera, por lo que decidimos acabar esta corta tarde de otoño en el último rincón donde da el sol, en la placa solar (5+).