jueves, 30 de septiembre de 2010

Ilusion

¿Hemos vencido a un enemigo? A ninguno, excepto a nosotros mismos. ¿Hemos conseguido una victoria? Esto no significa nada aquí. Hemos logrado una satisfacción íntima, hemos realizado un destino. Luchar y comprender, nunca lo uno sin lo otro: esta es la ley." (George Leigh Mallory)


Volveremos a ponernos a prueba. Esta vez será el Pico del moro Almanzor y la Galana, en la sierra de Gredos. Esta vez si podrá ser (si el tiempo no lo impide), porque poco a poco voy encontrando la paz que tanto necesita mi alma, porque me encuentro con más ganas de hacer cosas y recorrer mundo que este verano cuando embarcamos rumbo al pirineo, porque tengo un compañero que se que no me va a fallar en esos momentos que fallan las fuerzas y necesitas a alguien que te anime a continuar.
Así que, paso horas estudiando mapas y rutas con la ilusión con la que un niño abre los regalos de navidad, viendo posibilidades, horarios, desniveles... Ya me veo recorriendo sendas y disfrutando del paisaje, de la compañia, del aire pegándote en la cara y sobre todo, del momento único de la cumbre, cuando por fin sabes que te has vencido porque has superado tus propios límites y miedos, cuando vuelves a comprender porqué necesitas de esto que no todos entienden.
Esto hace que sea yo, y si lo pierdo ya no exsisto.

sábado, 4 de septiembre de 2010

De vuelta del Pirineo



Fue una huída de todo lo que me rodeaba, porque tras todo lo ocurrido necesitaba alejarme de todo para digerirlo, poner en orden mis pensamientos y buscar algo para seguir adelante. La excusa perfecta ocurrió tras bajar de una vía en Salinas, porque tras la pregunta de ¿que subimos ahora? yo respondí: El Vignemale (o Pique Longue). La gente allí se quedó un poco a cuadros por la respuesta, pero tras un día de preparativos, ya estabamos subidos al coche a primera hora rumbo a Pirineos.Llegamos allí tras 7 lagas horas de coche, impaciente por empezar, por sentirme vivo a pesar de todo y enfrascarme algo que ya sabía que se nos quedaba demasiado grande antes de empezar porque no estabamos nada preparados, pero aún así había que intentarlo. Al días siguiente cargábamos con las mochilas y empezabamos la marcha, pero tenía un grave problema: LLevaba demasiado lastre, porque todo lo ocurrido había pasado factura y había demasiadas preocupaciones como para poder conseguirlo, y buscaba algo que solo está en mi interior, porque solo yo puedo encontrar fuerzas para seguir adelante.
He amado en cuerpo y alma y he perdido... Ahora vuelvo a encontrar algo de paz poco a poco, y si todo va bien dentro de de un mes volveré a intentar llegar a la cumbre del Vignemale.
"Todo es provisional: el amor, el arte, el planeta tierra, vosotros, yo" (Frédéric Beigbeder 13,99)