¿Por qué debería de hacer balance de lo bueno y lo malo de los últimos 365 días? Si nada ha llegado a su fin: el planeta sigue girando alrededor del Sol, una estación sucede a la otra al igual que el día a la noche, y yo sigo abriendo huella en la ruta que es mi vida. Después de 29 noches viejas con sus respectivas listas de deseos que en los primeros años iban para SS. MM los Reyes de Oriente, después para los algo más terrenales papá y mamá (y abuelos, tíos y demás familia que se pusiera a tiro) y finalmente para mí mismo, lo único que vale es seguir avanzando, buscando la mejor ruta que, aunque no siempre sea la misma y cambie con las circunstancias, nos lleve a ser felices.
Si por mucho que crea que cuando tenga mi lista de deseos completa, o cuando mis propósitos de año nuevo los tenga cumplidos, eso simplemente será como pisar la cumbre de la montaña, ya no importa haberla pisado, únicamente ves todas las que te quedan por subir
Y al final, lo único que queda es disfrutar del camino que recorres, de cada paso, de cada senda, del paisaje y de la compañía que te envuelve mientras sigues avanzando, para que cuando veas que finalmente se pone el Sol en tu última cumbre, puedas descansar con una sonrisa de oreja a oreja por estar satisfecho del camino que has recorrido.
Feliz semana a todos!