lunes, 29 de marzo de 2010

El perfume

Vuelven a dar las 8 de la mañana sentado delante del ordenador de la oficina mientras que el aparato perezoso comienza a dar señales de vida miro el café recien hecho y como el azucar se diluye en el fondo a cada vuelta de la cucharilla. Es la rutina de cada mañana: Preparar un café y disfrutar de unos instantes de paz mientras que los compañeros entran y les saludo mecánicamente, yo sigo absorto en mis pensamientos disfrutando del aroma del café, hasa que algo fuera de lo común llega a mí... Un aroma tiempo atrás olvidado que hace que mire a mi alrededor para buscarla como si despertara de una pesadilla sin saber muy bien donde estoy.
Era el perfume de la felicidad, era el perfume que podía sentir a cada abrazo, a cada beso, cada vez enredaba mis dedos entre tus cabellos, era tu perfume y sabía que cada vez que lo disfrutaba era feliz de estar a tu lado. Hasta que un día hizo que todo eso cambiara y ahora solo me recuerda el dolor que se siente cuando tu corazón estalla en mil pedazos.
Poco después descubro la fuente cuando una compañera se acerca a saludar, y tras saludarme le pregunto si había cambiado de perfume.
- Si, ¿que te parece como huele?- Me pregunta
- Simplemente duele- Le contesto.

3 comentarios:

7a dijo...

Muy bueno este relato..

Felices escaladas..

Un saludo

rosquilleta dijo...

estoy con 7a. Un relato genial.

Los perfumes son unos recuerdos increibles. Cada persona olemos de una manera diferente y tenemos esa cadena durante nuestra vida. Nuestra carta de presentación.

Ánimo y disfruta de esos encuentros. Si duele, es que estamos vivos.

Un cálido abrazo

Fende Testas dijo...

Hola, he cambiado la url de mi blog. Para que se actualice en tu lista de blogs, tienes que cambiar la dirección a www.fendetestas.es.

Perdón por escribir aquí, no veía otra forma de contacto.
Gracias.