sábado, 4 de septiembre de 2010

De vuelta del Pirineo



Fue una huída de todo lo que me rodeaba, porque tras todo lo ocurrido necesitaba alejarme de todo para digerirlo, poner en orden mis pensamientos y buscar algo para seguir adelante. La excusa perfecta ocurrió tras bajar de una vía en Salinas, porque tras la pregunta de ¿que subimos ahora? yo respondí: El Vignemale (o Pique Longue). La gente allí se quedó un poco a cuadros por la respuesta, pero tras un día de preparativos, ya estabamos subidos al coche a primera hora rumbo a Pirineos.Llegamos allí tras 7 lagas horas de coche, impaciente por empezar, por sentirme vivo a pesar de todo y enfrascarme algo que ya sabía que se nos quedaba demasiado grande antes de empezar porque no estabamos nada preparados, pero aún así había que intentarlo. Al días siguiente cargábamos con las mochilas y empezabamos la marcha, pero tenía un grave problema: LLevaba demasiado lastre, porque todo lo ocurrido había pasado factura y había demasiadas preocupaciones como para poder conseguirlo, y buscaba algo que solo está en mi interior, porque solo yo puedo encontrar fuerzas para seguir adelante.
He amado en cuerpo y alma y he perdido... Ahora vuelvo a encontrar algo de paz poco a poco, y si todo va bien dentro de de un mes volveré a intentar llegar a la cumbre del Vignemale.
"Todo es provisional: el amor, el arte, el planeta tierra, vosotros, yo" (Frédéric Beigbeder 13,99)

1 comentario:

Diego dijo...

Ya sabes que la montaña no se va a mover de ahí, y te esperará impaciente.
Llegarás, harás cumbre y seguramente que la disfrutes más que lo hubieras hecho si hubiera salido a la primera.

Salu2 y suerte en la próxima !!