Amanece un dia de primavera en pleno invierno, y el sol de levante comienza a calentar las paredes poco a poco mientras nos desperezamos fuera del coche y preparamos el equipo disfrutamos de una magnifica salida de sol.
Hoy volvemos al Benicadell, una cresta muy bonita, larga y afilada, aunque sencilla tiene mucho ambiente. Se hace larga y pasar un día de montaña con el tiempo que hace y con unos buenos amigos siempre es una buena manera de empezar el año.
Las brumas del valle se quedan abajo mientras seguimos progresando hasta llegar vislumbrar lo que nos queda por delante: 5 horas de cresta bajo un sol potente para estar en las fechas que estamos... Al final acabaremos hechando de menos no haber traído la crema para el sol.
Vamos avanzando por el filo de la navaja donde a cada lado de los pies se nos abre el vacío y hace que tengamos que mantener la vista puesta en el siguiente paso. No resulta difícil avanzar, asegurando algún que otro paso y vamos disfrutando del paisaje levantando la vista para observar la inmensidad del mundo que se abre a nuestro alrededor mientras que nos vamos acercando a la cumbre, que se accede tras un último esfuerzo, tras el paso más complicado de toda la vía: un paso de V en placa que se complica por la poca destreza que tenemos escalando con las botas de montaña.
Finalmente llegamos a la cumbre, unas rias, foto de cumbre, y lo más esperado por todos: Un buen bocadillo para reponer fuerzas, y emprender el descenso hasta el coche que nos llevará de vuelta acasa.
Las brumas del valle se quedan abajo mientras seguimos progresando hasta llegar vislumbrar lo que nos queda por delante: 5 horas de cresta bajo un sol potente para estar en las fechas que estamos... Al final acabaremos hechando de menos no haber traído la crema para el sol.
Vamos avanzando por el filo de la navaja donde a cada lado de los pies se nos abre el vacío y hace que tengamos que mantener la vista puesta en el siguiente paso. No resulta difícil avanzar, asegurando algún que otro paso y vamos disfrutando del paisaje levantando la vista para observar la inmensidad del mundo que se abre a nuestro alrededor mientras que nos vamos acercando a la cumbre, que se accede tras un último esfuerzo, tras el paso más complicado de toda la vía: un paso de V en placa que se complica por la poca destreza que tenemos escalando con las botas de montaña.
Finalmente llegamos a la cumbre, unas rias, foto de cumbre, y lo más esperado por todos: Un buen bocadillo para reponer fuerzas, y emprender el descenso hasta el coche que nos llevará de vuelta acasa.