martes, 20 de julio de 2010

Nunca he querido descubrirme en este blog ni transformarlo en un diario, porque simplemente quería aportar las rutas, escaladas y experiencias que he vivido y muchas veces he estado buscando por la red para poder realizarlas. Un punto de vista más que tal vez a alguien al leer estas líneas pudiera serle útil.
Pero por todo lo que está pasando a mi alrededor eso se ha quedado atrás y si sigo escribiendo acabará siendo una vía de escape de la realidad que me rodea, algo muy lejos de lo que pretendía que esto fuera, pòrque he construido un castillo de naipes pensando que eran solidas piedras resistentes a ataques y al tiempo que han caído a la primera ráfaga de viento. Ahora solo quedan un par de cartas en pie que con cada movimiento que hago para intentar protegerlas solo provoco corrientes de aire que las amenazan aún más.
Nunca pensé que podría llegar a sentirme así: solo y perdido. Solo porque esos ojos en los que siempre que podía me perdía cada día están más lejos y perdido porque ya no se que camino escoger para seguir adelante. De momento seguiré luchando por volver a perderme en su mirada, porque aunque tal vez sea una batalla perdida, seguiré pensando que mañana puede que todo me sonria.

viernes, 16 de julio de 2010

6,45 Km.

Dicen que correr es de cobardes, pero hay que hecharle narices para empezar a correr de manera constante. Creo que con esta van 5 o 6 veces las que me he propuesto salir a correr de forma constante, aunque esta vez si es definitiva, porque ya tengo mi planing marcado, y de momento llevo ya 2 semanas cumpliendo con lo propuesto.
Ayer fue el día más duro de todo lo que llevo saliendo, porque entre el calor que pega a pesar de salir a las 11 de la noche, ha sido el día que más distancia he recorridoen mi vida sin dejar de correr: 6 kilómietros y medio... Lo pienso fríamente y me parece una cifra ridícula, pero con lo que me costó llegar a las 11 a casa y en vez de acostarme, sacar las zapatillas, salir, y después no quedarme a mitad de camino ya es todo un logro para mi.
Aunque al final llegué medio deshidratado por el calor y en estado comatoso, es algo que me ha sentado mejor de lo que me esperaba: Es la primera noche en 3 meses que duermo tranquilo sin pasarme horas mirando el techo y dándole vueltas en mi cabeza a cosas que ya no tienen sentido.